Descripción
⛄🕯️ Velón Figura “Muñeco de Nieve con Bufanda”
Ungido, ritualizado y disponible en varios colores
Un guardián alegre del invierno. Una llama que sonríe. Un ritual de luz y ternura.
Este velón figura representa al clásico muñeco de nieve, símbolo de la infancia, la alegría compartida y la magia que habita en los días fríos. Su bufanda colorida y su forma amigable lo convierten en un protector del hogar, un portador de luz y buen humor durante las fiestas navideñas.
🕯️ Cada velón ha sido ungido con aceites rituales de invierno —vainilla, naranja, canela y eucalipto— y ritualizado en altar, activando su energía como canal de alegría, protección emocional y bendición familiar.
🎨 Disponible en varios colores (rojo, azul, verde, blanco, dorado, plateado), cada uno con una vibración específica:
- Rojo: vitalidad, calidez, protección activa.
- Azul: paz, comunicación, serenidad.
- Verde: sanación, conexión con la naturaleza.
- Blanco: pureza, renovación, luz espiritual.
- Dorado: abundancia, éxito, alegría solar.
- Plateado: intuición, sueños, protección psíquica.
✨ Usos ritualísticos sugeridos
- Ritual de alegría navideña: para elevar la vibración del hogar y atraer momentos felices.
- Decoración ritual con intención: ideal para altares, mesas festivas o rincones mágicos.
- Protección emocional familiar: acompaña celebraciones, reuniones y espacios compartidos.
- Ritual infantil o familiar: perfecto para incluir a niños en prácticas energéticas suaves y alegres.
⛄ Propuesta de ritual
- Elige el color según tu intención y prepara tu espacio con elementos invernales: copos simbólicos, cuarzos, ramas de pino.
- Coloca el velón en el centro, junto a una carta de gratitud o una afirmación positiva.
- Enciéndelo en vísperas de Navidad o durante el Solsticio, con una sonrisa y una intención clara.
- Recita esta oración canalizada:
“Muñeco de nieve, guardián del invierno, que tu llama abrace mi hogar. Que tu bufanda envuelva mi alma, y florezca en mí la ternura, la paz y la alegría.”
- Permite que la llama consagre el espacio, y guarda los restos como símbolo de protección emocional para el nuevo ciclo.
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